Hace frió; en el departamento se acumula de manera tal que es difícil darle un clima calido; a pesar de ello logro acostumbrarme a el y espero a que valla tomando un poco de calor para que se haga mas llevadero.
Solo ante el teclado y el monitor, bebo pequeños sorbos de cerveza para que la soledad se haga mas llevadera, una pitada al cigarrillo y ajusto el volumen de mis parlantes para que la música tape el silencio y no moleste a los vecinos que suelen molestarse fácil.
Podría estar en alguno de esos bares oscuritos del centro, donde todos se llenan de maquillaje barato y de ropa extravagante para ver quien tiene mas apariencia de malvado o de oscuro; bebiendo y conversando con amigos y conocidos, sin embargo hoy decidí quedarme en casa, no tenia muchas ganas de salir y como si fuera poco a fin de mes el dinero en el bolsillo es tan escaso como el cuerpo tibio de una dama encantadora sobre mi cama.
Escucho una banda que mi amigo Ramael había dejado en la carpeta de mi colección musical y no le había prestado atención hasta hace algunos días; Flower Travellin Band, así se llama, mierda los tipos en los 70's si que les gustaba limarla y experimentar con los sonidos, realmente les gustaba hacer música; pero bueno, esto no viene al caso...
En realidad nada viene al caso, solo la idea de escribir un momento y una situación, este momento y esta situación, como una manera de desprenderlo de mi, así como quien suelta la mierda en un inodoro y después tira la cadena para que se valla dando vueltas sin dejar rastros a la vista, pero si en el olfato.
Ufff, que rápido se va una cerveza y que rápido se van las ganas de seguir escribiendo. Me pregunto que dirían Robert Sea o Ramael Trosky si me vieran en esta situación, seguro me insultarían, destaparían otra cerveza, subirían el volumen de la música y seguiríamos riéndonos y hablando estupideces toda la noche. Como extraño esos momentos.
